Terapia de aprendizaje
El aprendizaje, sus dificultades y cómo identificarlas
El aprendizaje es uno de los factores que hacen posible el desarrollo, es un proceso vital en los seres humanos para sobrevivir, pues nos permite adaptarnos a nuevas situaciones y desarrollar capacidades para razonar, generalizar y aplicar lo aprendido.
Existen diversas teorías que han intentado abordar el término aprendizaje (entre las que sobresalen en el ámbito educativo los paradigmas neurofisiológico, conductista y cognoscitivista; pero en general el término se refiere a cambios relativamente permanentes en el comportamiento como resultado de la experiencia física, intelectual o social.
Tomando en cuenta el concepto anterior, se puede decir que el aprendizaje es todo un proceso de adquisición originado por la experiencia que los seres humanos desarrollamos a lo largo de nuestra vida, proceso complejo que incluye cambios a nivel interno (estructuras y procesos mentales), a nivel orgánico y a nivel funcional, los cuales afectan todo el comportamiento humano.
¿Cuándo se puede hablar que existe una dificultad en el aprendizaje?
Según el DSM-IV, se puede hablar de un trastorno en el aprendizaje cuando el rendimiento del individuo en lectura, en el cálculo o en la expresión escrita es sustancialmente inferior a lo esperado para su edad, grado escolar y su nivel de inteligencia.
Es decir, el término “trastornos del aprendizaje” es aplicable en forma general a las dificultades que se prestan en el rendimiento académico cuando un niño que tiene una inteligencia promedio presenta un bajo rendimiento en las áreas de lecto-escritura y cálculo, pues aunque poseen capacidad de esfuerzo para realizar las actividades, en la práctica se les dificulta la asimilación de conceptos.
En este sentido, los trastornos específicos del aprendizaje que se presentan y se detectan en edad escolar según el DSM-IV son:
Trastorno de la lectura: Conocido como Dislexia. Se caracteriza por dificultades en la precisión y/o fluidez en el reconocimiento de las palabras, pobres habilidades ortográficas, de decodificación; problemas de comprensión y vocabulario limitado.
Trastorno de la expresión escrita: Conocido como Disgrafia. Se caracteriza por la dificultad de codificar de manera gráfica expresiones verbales teniendo como base la psicomotricidad para realizar movimientos manuales para realizar trazos, uso correcto y conversión de fonemas a grafema y expresión y redacción clara de ideas.
Trastorno del cálculo: Conocido como Discalculia en donde los niños presentan errores espaciales (direccionalidad y ubicación numérica), visuales (lectura de signos, números y procedimentales (omisión o adición de pasos en procedimientos aritméticos) en el área de cálculo.
Algunos de los signos que pueden alertarnos son:
Dificultad discriminar sonidos de letras, sílabas o palabras.
Presencia de errores en la lectura (vacilación, confusión, comprensión, etc.)
Dificultades en escritura.
Dificultades en lenguaje (comprensivo, expresivo).
Confusión de simbolos matemáticos
Dificultad para resolución de problemas.
Es importante que ante cualquier indicio sobre la presencia de problemas de aprendizaje en los niñoos, las personas responsables de ellos, busquen el apoyo adecuado y realicen actividades que les permitan a los niños generar estrategias de compensación para mejorar sus habilidades y desarrollo escolar.